√ El 70% de la selva amazónica está invadida por la prospección de hidrocarburos.
√ Comunidades indígenas indefensas ante la voracidad de las petroleras establecidas.
√ Limitación de la caza y pesca, principales fuentes de alimentación, por la presencia y actividad de las empresas.
√ Enfermedades que se convierten en epidemias para los pueblos indígenas por el contacto con los trabajadores.
√ Acelerada erosión cultural por la convivencia forzada con las compañías allí presentes.
√ Compensaciones económicas insuficientes, sólo sirven para solventar necesidades inmediatas.

√ Más de 10.000.000 de hectáreas están afectadas por actividades de minería ilegal.
√ El importante potencial minero de la región ha puesto en peligro inminente los bosques existentes.
√ El uso de mercurio y el derrame de combustibles reduce la capacidad del ecosistema para proveer de recursos naturales a la población, vulnerando sus derechos a la alimentación y la salud.
√ Las carreteras son una pieza esencial, pues de ellas depende la viabilidad de explotación de la mayor parte de los recursos naturales. Está prevista la construcción de muchos kilómetros adicionales a los
miles existentes.

√ El 90% de la superficie selvática está cubierta por la explotación de madera.
√ Gran parte de la madera extraída en la Amazonia peruana es ilegal, procedente de las reservas comunales de las Comunidades Nativas, pueblos indígenas no contactados o de las zonas de conservación
protegidas.
√ Esta actividad genera una violación de los derechos humanos de los pueblos indígenas, particularmente su derecho a la propiedad, a la consulta previa, a la subsistencia y a la integridad cultural.
√ La importación de gran parte de la madera viola los acuerdos internacionales de protección al medio ambiente.